Ceuta y Melilla, ¿ ciudades gemelas
?
A menudo se evocan juntas Ceuta y Melilla como si
fueran ciudades gemelas; sin embargo, según lo que opinan ceutíes y
melillenses, parece que se diferencian bastante las dos ciudades españolas. Mi
reciente estancia en Melilla acaba de darme otra prueba de estas diferencias:
se trata de valorar cómo las autoridades de ambas ciudades contemplan la Ley de Memoria Histórica.
Según esta Ley. aprobada en diciembre de 2007, las “administraciones públicas tomarán las medidas oportunas para la
retirada de escudos, insignas, placas y otros objetos o menciones
conmemorativas de exaltación, personal o colectivas, de la sublevación militar,
de la Guerra Civil
y de la represión de la
Dictadura.”
El caso de Ceuta que había evocado en un artículo
precedente es muy interesante: por una parte la Asamblea Municipal
rehabilitó el último alcalde socialista fusilado en 1936, Antonio López Sanchez Prado y mandó
construir en el cementerio de Ceuta, un monumento sobre la fosa común de las
víctimas de la represión franquista; por otra parte, los ceutíes han entablado
una reflexión sobre el devenir de los monumentos en honor de la rebelión
militar y de la dictadura que todavía quedan en Ceuta, como el monumento
conocido por el nombre de “el Llano Amarillo”: de hecho se trataría de renovar
estos monumentos con un objetivo pedagógico para que las jóvenes generaciones conozcan
lo que representan gracias, por jemplo, a unas explicaciones históricas
colocadas sobre el monumento.
Como Ceuta, Melilla fue otra cuna de la rebelión
militar que marcaría el principio de la Guerra Civil. Durante muchos
años, la ciudad de Melilla mantuvo una imagen vinculada con los militares, la
aventura colonial española en Marruecos y evidentemente, con la dictadura. No
hay que asombrarse pues, que las referencias a este pasado sean frecuentes:
situada al pie de la ciudadela que fue el origen de la ciudad, se yergue la
estatua de Francisco Franco Bahamonde en uniforme de comandante de la Legión Extranjera.
Más en el centro de la ciudad, en la avenida Juán Carlos 1º se divisa también
un monumento que “exalta” la dictadura con su famoso eslogán “Una, Grande,
Libre” .
Cuando yo pregunté, refiriéndome a la Ley de Memoria Histórica, por
qué estaba todavía aquí la estatua de Franco, me respondieron que la Asamblea Municipal
había decidido conservar el recuerdo de
aquel hombre que había salvado en 1921 la ciudad de Melilla del ataque de
Abd-el-Krim, después del desastre de Anual.
Por supuesto Francisco Franco fue un personaje de
la historia de Melilla y por eso puede justificarse la posición de la Asamblea Municipal
pero no pasa lo mismo con el monumento a la gloria del Movimiento y de la dictadura.
En el año 2001, ya había visto el monumento
cubierto con pintura de color violeta en señal de protesta contra su presencia,
25 años después del final de la dictadura.
Hoy, 5 años después del voto de la Ley de Memoria Histórica, ¿no
sería conveniente borrar este vestigio de una página dramática de la historia
de España ?
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